La
tecnología día a día evoluciona y avanza de manera acelerada y por más que
proporciona beneficio a la sociedad también está generando un impacto negativo
al medio ambiente.
El hecho que a diario nos presenten nuevos aparatos de última tecnología
genera compradores compulsivos que por
estar a la moda desechan aparatos tecnológicos que aún no han cumplido con su
vida útil generando el incremento en el consumo de energía que aumentan considerablemente
las proporciones de gases como el dióxido
de carbono o el óxido de azufre que son los responsables del calentamiento
global disminuyendo el grosor de la capa de ozono. Muchos de estos aparatos tecnológicos
están haciendo mucho daño a nuestro planeta porque ellos son fabricados con
materiales que son altamente contaminantes generando residuos que resultan difíciles de eliminar, porque son
fabricados con materiales plásticos o productos químicos como las baterías
de litio que contaminan el suelo y también el agua.
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